Hipersensibilidad, cambios en los sentidos, irritabilidad y cambios de ánimo son algunos de los síntomas en un embarazo. Más bien, deberíamos decir que son las consecuencias del embarazo. Pues las hormonas presentes en el embarazo coordinan todos los procesos que experimentas, desde la angustia hasta la euforia. La medicina general no se ocupa de aliviar estos síntomas emocionales que, en muchas mujeres, se siguen manteniendo después del parto (síndrome postparto); en parte ocasionado por la disminución drástica en la producción de oxitocina, hormona del placer por excelencia.
Cuando una mujer queda embarazada suele buscar mucho en Internet acerca de la gestación y de lo que le espera en los próximos 9 meses. Pero no toda la información que se encuentra es del todo veraz. ¿Y si existiera una manera de equilibrar los estados de ánimo? Seguramente muchas mujeres embarazadas no dudarían en aceptar sin duda alguna. ¡Allá vamos!
Las hormonas que influyen en tu embarazo son…
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Progesterona:
Durante el embarazo estas hormonas aumentan ya que son las responsables de, por así decirlo, que el espermatozoide quede “atrapado” y que comience el proceso del parto. Si disminuyen sus niveles es porque no ha existido fecundación. Entonces se da la menstruación. Durante las primeras fases del embarazo se da un aumento de esta hormona y, por ende, de sus efectos por exceso; migraña, asma, retención de líquidos y problemas gástricos. No son desconocidas la cistitis o la astenia cuando hay niveles altos de progesterona. Para equilibrar los efectos adversos, merece la pena que, especialmente durante las primeras semanas se mantenga una actividad deportiva normal (footing suave o caminatas, natación, tai-chi y yoga son algunos de los ejercicios). La alimentación es muy importante. Mantenga una alimentación balanceada con bastantes proteínas y grasas monoinsaturadas. No crea que por comer más el niño estará mejor.
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Gonadotropina:
La gonadotropina (junto con otra de menor importancia en cuanto a síntomas desagradables, la somatopropina); no es de las que mayores complicaciones nos causa; aun siendo indispensable para la nutrición y estimulación del endometrio.
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Estrógeno:
La bajada y subida de estrógenos provoca estados alterados que oscilan entre la irritabilidad y la euforia y megalomanía en cuestión de segundos. Lidiar con estos síntomas, puramente psicológicos, es complicado por ello la meditación será muy adecuada. Los alimentos que nos dan mayor energía y optimismo son la carne roja, las naranjas, el chocolate (sin excesos), el pavo, el café (idem), el agua, las pastas y las galletas. Quizás estas últimas generan una razón poderosa por la que muchas mujeres embarazadas comen en exceso durante el embarazo.
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Prolactina:
Esta hormona, producida por la placenta, es la encargada de estimular la nutrición del feto, y de las glándulas mamarias para preparar a la madre para la lactancia
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Oxitocina:
Los niveles de oxitocina aumenta durante el parto ya que este es el principal generador de ese denominado “amor maternal”. Los lazos materno filiales no son fruto de la casualidad ya que la oxitocina juega un papel muy importante en este proceso.
Tanto al padre como la madre experimentan un cambio hormonal. Los niveles de testosterona disminuyen en los hombres para ayudarles a convertirles en padres, mientras que aumentan los niveles de prolactina en la mujer, que es la hormona productora de leche.